lunes, 16 de abril de 2012

Otoño

 en el viaje de vuelta



Vamos a suponer  que esa pequeña luz es una centella.
Adentro tiene todas las palabras que no llegaron a ser materia alguna vez,
energía en estado latente capaz de destruir el color de la noche.
En unos segundos más, va a desaparecer.

Ya está.  Es la forma en la que pasan ciertas cosas.
De todos modos, siempre recordarás cuánto,
cuantísimo, te quiero. 





Una canción para escuchar mientras tanto.
(Las letras en cursiva pertenecen a un poema de Raymond Carver dedicado a su mujer, Tess. El poema en cuestión se llama "Colibrí".)
(Cambié de tipografía; espero seguir usando ésta en el futuro.)
(Me gustan las aclaraciones.)




C. 

4 comentarios:

  1. Habrá sido el domingo 22 de abril? Una de las estrellas fugaces. Aunque si vos decís que es una centella, un centella será o fue. No importa porque esa energía no desapareció, se transformó vaya uno a saber en qué. Puede esperarse un rayo o algo así.

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    1. Nunca respondí al final, soy una colgada hasta para responder Hoy a la mañana soñé con estrellas fugaces, eran como vasitos con una lucecita en forma de renacuajo y se movían muy rápido y parecía que con una de las redes de Bob Esponja para cazar medusas se las podría agarrar.
      Decía una centella porque nunca vi una centella, pero supongo que alguna vez de tanto transformarse, la energía se cansa y desaparece.

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  2. A veces cuando nos damos cuenta ya pasó, difícil de capturar el momento.
    Me gusta!! porque me hace pensar en lo frágil pero a la vez en lo intenso de algunas cosas...
    A.C.

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    1. Es difícil, es cierto y más lo es capturar el momento cuando nadie más que una lo vio, y peor, cuando ni una creyó ver lo que veía. Las cosas más lindas y más intensas se me hace que suelen ser las más frágiles, no?
      Gracias por comentar Ani!

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