domingo, 25 de marzo de 2012

a fresh start


Para empezar tengo que asumir una voz, y asumir una es siempre dejar otras de lado, al menos en el momento en que se la asume. Como no me gusta, ni puedo dejar de lado las demás, las voy a ir alternando en la medida en que ellas me lo pidan.
Hay algunas cosas que entran en mí y se sumergen tanto en esto que soy, que es imposible que se vayan. Cada tanto suben a la superficie y el reencuentro se vuelve una fiesta (sorpresa, porque nunca avisan cuando van a llegar). En cambio hay cosas que parecieran ser importantes, o menos perecederas a simple vista pero me atraviesan y no dejan ni siquiera una mínima huella o agujerito de su paso en mí. 
Soy ante todo una entusiasta de los detalles (en tanto fragmentos), una buceadora de piedritas en el océano, una miope empedernida que utiliza sus dioptrías con fines estéticos.
El poema de Paul Éluard que da título a este blog tardío es una de esas cosas que vuelven, por suerte, bastante seguido. Es un poema-casa, un poema habitable que me trae más alegrías de las que pido.

Apenas desfigurada

Adiós tristeza
Buenos días tristeza
Estás inscripta en las líneas del cielorraso
Estás inscripta en los ojos que amo
No eres justamente la miseria
Pues los labios más pobres te denuncian
Con una sonrisa
Buenos días tristeza
Amor de los cuerpos amables
Poder del amor
Con su amabilidad que surge
Como un monstruo sin cuerpo
Cabeza contrariada
Tristeza hermoso rostro.


A peine défiguree

Adieu tristesse
Bonjour tristesse
Tu es inscrite dans les ligues du plafond
Tu es inscrite dans les jeux que j’aime
Tu n’es pas tout à fait la miserè
Car les lévres les plus pauvres te dénouncent
Par un sourire
Bonjour tristesse
Amour des corps aimables
Puissance de l’amour
Dont l’amabilité surgit
Comme un monstre sans corps
Tête déssappointée
Tristesse beau visage.

Mi intención era escribir esto el 21, el día simbólicamente más lindo del año para mí, cuando empieza el otoño. Simbólicamente porque el equinoccio de otoño es el 20 o el 21 de marzo, para el hemisferio sur. Equinoccio es -aparte de una palabra hermosa- según el diccionario, la "época en que, por hallarse el Sol sobre el Ecuador, los días son iguales a las noches en toda la Tierra, lo cual sucede anualmente, del 20 al 21 de marzo y del 22 al 23 de septiembre". Amo la simetría.