viernes, 29 de junio de 2012

Tres cosas


 1.


La gente dispuesta asusta. Llega haciendo pequeñas explosiones de entusiasmo,  serpentina y papel picado con los recuerdos de las cosas que una piensa que solo una y nadie más es capaz de recordar.  [nadie confiesa su locura]
Como aquella vez en que como aquella otra alguien una vez hizo como si me cortara las manos y sangré.
El gesto que provoca el rapto. El rapto que es ficticio. Lo ficticio que una aprende a sostener con el cuerpo.



 2.


My fellows, they don’t talk to me.
But I didn’t say I care. (‘cause I shouldn’t)
Sorry, I’m going to say it now: I care.




 3.

Cansancio (Oliverio Girondo)

 

Y de los replanteos
y recontradicciones
y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado
y de los repropósitos
y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables
y del revés y del derecho
y de las vueltas y revueltas y las marañas y recámaras y remembranzas y remembranas
                                                            de pegajosísimos labios
y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo remenos
recansado de los recodos y repliegues y recovecos y refrotes de lo remanoseado y
                                                           relamido hasta en sus más recónditos reductos
repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje
y treta terca en tetas
y recomienzo erecto
y reconcubitedio
y reconcubicórneo sin remedio
y tara vana en ansia de alta resonancia
y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario
y poro loco
y parco espasmo enano
y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico
cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos
de tanto error errante
y queja quena
y desatino tísico
y ufano urbano bípedo hidefalo
escombro caminante
por vicio y sino y tipo y líbido y oficio
recansadísimo
de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea
y de la revirgísima inocencia
y de los instintitos perversitos
y de las ideítas reputitas
y de las ideonas reputonas
y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias
desde qué mares padres
y lunares mareas de resonancias huecas
y madres playas cálidas de hastío de alas calmas
sempiternísimamente archicansado
en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo tibio
o remeditativo o remetafísico y reartístico típico
y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua
y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas
y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras simplemente cansado del cansancio
del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento
y al silencio

viernes, 8 de junio de 2012

Otro día


-El dolor en el pecho, por favor, ¿se lo produce qué?
-No sé, estar con una mujer que me gusta, y que deseo…
-Sí…
-Ése es el punto principal.
-Pero Larry, si le gusta, ¿por qué es doloroso estar cerca de ella?
-En esos casos siempre pienso en mis defectos, en que a la persona no voy a caerle bien, porque mi nariz es demasiado grande, o se me está cayendo el pelo, o mi voz es desentonada, o porque no tengo gracia, o suficiente verba. Siempre me las arreglo para echar todo a perder.


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-No, nunca. Uno puede conseguir a todas las otras [mujeres] sin ningún problema, pero queda siempre suspirando por alguien más. La persona que realmente quiere, la que es mágica para uno, la que resolvería todos los problemas, y le colmaría todos los vacíos, y le curaría todas las heridas, esa persona es casi inalcanzable, y uno se debilita a medida que se le acerca.
-Pero el momento llega en que la alcanza. Eso quiero recordar, porque sé que la alcancé. Más aún, se que si pudiera recordarlo todo, no me importaría no tenerla aquí ahora.
-…
-Me cree cuando le digo que la alcancé, ¿verdad?
-No
-¿Por qué?
-Porque es una ilusión. El que alguien o algo desde afuera pueda completarnos.

(de Maldición eterna a quien lea estas páginas de Manuel Puig, novela desesperante si las hay)




Puede o no puede, o puede pero no quiere, o no puede pero quiere. Quiere, no, sí, no, no quiso, o no pudo. No sé. Después se perdió en la marea otra vez. Salí a buscarlo, no lo encontré, me perdí yo. La costa está lejos, el cielo está lejos, el pasado está lejos. Soy un punto de fuga.


 
 

lunes, 16 de abril de 2012

Otoño

 en el viaje de vuelta



Vamos a suponer  que esa pequeña luz es una centella.
Adentro tiene todas las palabras que no llegaron a ser materia alguna vez,
energía en estado latente capaz de destruir el color de la noche.
En unos segundos más, va a desaparecer.

Ya está.  Es la forma en la que pasan ciertas cosas.
De todos modos, siempre recordarás cuánto,
cuantísimo, te quiero. 





Una canción para escuchar mientras tanto.
(Las letras en cursiva pertenecen a un poema de Raymond Carver dedicado a su mujer, Tess. El poema en cuestión se llama "Colibrí".)
(Cambié de tipografía; espero seguir usando ésta en el futuro.)
(Me gustan las aclaraciones.)




C. 

domingo, 25 de marzo de 2012

a fresh start


Para empezar tengo que asumir una voz, y asumir una es siempre dejar otras de lado, al menos en el momento en que se la asume. Como no me gusta, ni puedo dejar de lado las demás, las voy a ir alternando en la medida en que ellas me lo pidan.
Hay algunas cosas que entran en mí y se sumergen tanto en esto que soy, que es imposible que se vayan. Cada tanto suben a la superficie y el reencuentro se vuelve una fiesta (sorpresa, porque nunca avisan cuando van a llegar). En cambio hay cosas que parecieran ser importantes, o menos perecederas a simple vista pero me atraviesan y no dejan ni siquiera una mínima huella o agujerito de su paso en mí. 
Soy ante todo una entusiasta de los detalles (en tanto fragmentos), una buceadora de piedritas en el océano, una miope empedernida que utiliza sus dioptrías con fines estéticos.
El poema de Paul Éluard que da título a este blog tardío es una de esas cosas que vuelven, por suerte, bastante seguido. Es un poema-casa, un poema habitable que me trae más alegrías de las que pido.

Apenas desfigurada

Adiós tristeza
Buenos días tristeza
Estás inscripta en las líneas del cielorraso
Estás inscripta en los ojos que amo
No eres justamente la miseria
Pues los labios más pobres te denuncian
Con una sonrisa
Buenos días tristeza
Amor de los cuerpos amables
Poder del amor
Con su amabilidad que surge
Como un monstruo sin cuerpo
Cabeza contrariada
Tristeza hermoso rostro.


A peine défiguree

Adieu tristesse
Bonjour tristesse
Tu es inscrite dans les ligues du plafond
Tu es inscrite dans les jeux que j’aime
Tu n’es pas tout à fait la miserè
Car les lévres les plus pauvres te dénouncent
Par un sourire
Bonjour tristesse
Amour des corps aimables
Puissance de l’amour
Dont l’amabilité surgit
Comme un monstre sans corps
Tête déssappointée
Tristesse beau visage.

Mi intención era escribir esto el 21, el día simbólicamente más lindo del año para mí, cuando empieza el otoño. Simbólicamente porque el equinoccio de otoño es el 20 o el 21 de marzo, para el hemisferio sur. Equinoccio es -aparte de una palabra hermosa- según el diccionario, la "época en que, por hallarse el Sol sobre el Ecuador, los días son iguales a las noches en toda la Tierra, lo cual sucede anualmente, del 20 al 21 de marzo y del 22 al 23 de septiembre". Amo la simetría.