domingo, 13 de abril de 2014

lunes, 7 de abril de 2014

madrugada de tormenta

Lo que sigue son notas sueltas de un diario que no deja se multiplicarse. Son notas que esperan que las convierta en otra cosa, aunque acá no sepamos muy bien en qué.
La imagen es porque quisiera decir algo de ella, pero no lo escribí aún. Pertenece a una película que vi hace poco, y creo que tiene relación con el texto. "A taste of honey" es del año 1961, y su director es Tony Richardson.




No se aguanta acá.
Lleno hojas y hojas y cuando parece que todo va a terminar, vuelve a empezar. Play it again.

¿cuánto vive una flor?
¿cuánto tiempo aparenta no estar muerta una flor
cuando está en el florero?

En el principio: hola, acá no se puede dormir. No hay más que pesadillas.

"Aquí y allá, en los árboles, todavía hay hojas. Y quedo a menudo pensativo ante ellas. Contemplo una hoja y pongo en ella mi esperanza. Cuando el viento juega con ella, tiemblo con todo mi ser. Y si cae, ¡ay!, mi esperanza cae con ella." Schubert, "Letze Hoffnung", Winterreise

Escrito hace una eternidad, que es lo mismo que decir ahora: ayer.
Hacer una tela y bordarla de lágrimas. Brillante, rebosante de lágrimas nacaradas.
Después cubrirse el cuerpo con esa tela.
Llevarla a todos lados: ser invisible debajo de ella.

Hacer nudos. Hacer el gesto de hacer nudos. Destruir la continuidad de la noche o del día con el llanto.
Decir: es esto. Y cortar por un lado lo decible, lo audible, y por el otro dejar el silencio.
Acunar el silencio, amamantarlo, verlo crecer y expandirse, ocultando todo. Ver cómo adquiere su fuerza de silencio que destruye.
Después mirarse otra vez y no ser ya capaces de decirse nada, haber caído bajo el dominio del silencio y ser su esclava. Trabajar para él, hacerlo fuerte y ser débil en su presencia.
Estar rodeado de silencio.
Callar para no condenar, pero condenarse en silencio a una vida muda.
Condenarse al secreto. Condenarse a vivir en la parte oscura del mundo, condenar al corazón a la humedad y al musgo.
Condenar a la vida a repetirse en las palabras.
Los gestos: encontrar un cuerpo en otro cuerpo.
Llorar hasta vaciar el cuerpo del cuerpo del otro.
Expulsar en cada lágrima los cuchillos, las tijeras, expulsar la muerte de las manos.
Cortar el destino por el medio. Morirse. Morirse de miedo, de hambre, de tristeza.
Temblar a pesar de la firmeza del dolor.

Temblar a pesar de.