lunes, 16 de abril de 2012

Otoño

 en el viaje de vuelta



Vamos a suponer  que esa pequeña luz es una centella.
Adentro tiene todas las palabras que no llegaron a ser materia alguna vez,
energía en estado latente capaz de destruir el color de la noche.
En unos segundos más, va a desaparecer.

Ya está.  Es la forma en la que pasan ciertas cosas.
De todos modos, siempre recordarás cuánto,
cuantísimo, te quiero. 





Una canción para escuchar mientras tanto.
(Las letras en cursiva pertenecen a un poema de Raymond Carver dedicado a su mujer, Tess. El poema en cuestión se llama "Colibrí".)
(Cambié de tipografía; espero seguir usando ésta en el futuro.)
(Me gustan las aclaraciones.)




C.