Para empezar tengo que asumir una voz, y asumir una es siempre dejar otras de lado, al menos en el momento en que se la asume. Como no me gusta, ni puedo dejar de lado las demás, las voy a ir alternando en la medida en que ellas me lo pidan.
Hay algunas cosas que entran en mí y se sumergen tanto en esto que soy, que es imposible que se vayan. Cada tanto suben a la superficie y el reencuentro se vuelve una fiesta (sorpresa, porque nunca avisan cuando van a llegar). En cambio hay cosas que parecieran ser importantes, o menos perecederas a simple vista pero me atraviesan y no dejan ni siquiera una mínima huella o agujerito de su paso en mí.
Soy ante todo una entusiasta de los detalles (en tanto fragmentos), una buceadora de piedritas en el océano, una miope empedernida que utiliza sus dioptrías con fines estéticos.
El poema de Paul Éluard que da título a este blog tardío es una de esas cosas que vuelven, por suerte, bastante seguido. Es un poema-casa, un poema habitable que me trae más alegrías de las que pido.
Apenas desfigurada
Adiós tristezaBuenos días tristezaEstás inscripta en las líneas del cielorrasoEstás inscripta en los ojos que amoNo eres justamente la miseriaPues los labios más pobres te denuncianCon una sonrisaBuenos días tristezaAmor de los cuerpos amablesPoder del amorCon su amabilidad que surgeComo un monstruo sin cuerpoCabeza contrariadaTristeza hermoso rostro.
A peine défiguree
Adieu tristesseBonjour tristesseTu es inscrite dans les ligues du plafondTu es inscrite dans les jeux que j’aimeTu n’es pas tout à fait la miserèCar les lévres les plus pauvres te dénouncentPar un sourireBonjour tristesseAmour des corps aimablesPuissance de l’amourDont l’amabilité surgitComme un monstre sans corpsTête déssappointéeTristesse beau visage.
Mi intención era escribir esto el 21, el día simbólicamente más lindo del año para mí, cuando empieza el otoño. Simbólicamente porque el equinoccio de otoño es el 20 o el 21 de marzo, para el hemisferio sur. Equinoccio es -aparte de una palabra hermosa- según el diccionario, la "época en que, por hallarse el Sol sobre el Ecuador, los días son iguales a las noches en toda la Tierra, lo cual sucede anualmente, del 20 al 21 de marzo y del 22 al 23 de septiembre". Amo la simetría.
en latín es más linda todavía: aequinoctium. un proyecto de músicas que se iba a llamar palo santo probablemente ahora sea aequinoctium.
ResponderEliminarencontré qué personalidad usar,
salud a tu blog.
hermosa manera de comenzar un blog. auguro simetría y números capicúas.
ResponderEliminargracias a los dos por la bienvenida a estos lugares semidesconocidos para mí y por los lindos augurios; no se ofendan si mis primeros comentarios son poco lúcidos, voy a ir mejorando de a poco :)
ResponderEliminarCele! q loco, te sigo...es lindo el mundo blog, saca una parte desconocida de la gente q uno conoce...
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Mari! Sí, está bueno esto del blog, es verdad que se ven cosas que de otra manera pasan desapercibidas, es como un punto de vista nuevo sobre algo conocido (a veces)
ResponderEliminaryo también te voy a seguir!
Bienvenida al mundo blogger!! Llegué aquí por casualidad, pero me gustó mucho tu entrada. Te sigo!!
ResponderEliminarCasi me olvido... yo viví un tiempo en LP también. Comencé mi carrera de Cs de la Comunicación ahí. Bonita ciudad, pero un poco triste para mí.
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